18 de Noviembre 2022
El uso de antibacterianos en humanos y animales se reconoce como el principal promotor de la resistencia a los antimicrobianos (RAM). La RAM crece en extensión geográfica, intensidad, velocidad y complejidad. Aún las proyecciones más optimistas alarman respecto de las consecuencias sociosanitarias y económicas que derivarán de este problema. Este fenómeno representa una amenaza sanitaria global que pone en riesgo el tratamiento eficaz de determinadas infecciones bacterianas, conllevando a enfermedades más prolongadas y mayor mortalidad.
Desde el inicio de la pandemia, muchos pacientes hospitalizados que sufrían enfermedad grave y critica por COVID-19 desarrollaron infecciones bacterianas secundarias, las cuales se hallaron más complicadas cuando los gérmenes eran multirresistentes a los antibióticos.
En consecuencia al uso de antibióticos durante la pandemia, el ritmo de aumento de la RAM ha sido acelerado desde 2020 y el mundo ha alcanzado hoy las tasas de resistencia que se esperaban para dentro de 10 años.
Desde 2014 a la fecha, se han aprobado nuevos fármacos con la intención de vencer el desafío de la resistencia bacteriana. A corto plazo de la aprobación de nuevas drogas existen publicaciones que dan cuenta de la emergencia de nuevos mecanismos de resistencia que inutilizan a los nuevos compuestos.
Por otra parte, viejos fármacos han sido rescatados del olvido para aumentar las opciones terapéuticas, de los que no tenemos evidencia suficiente para sostener un uso seguro y eficiente.
La selección, emergencia y propagación de superbacterias, sobre todo a partir de la pandemia de COVID-19, con resistencia a múltiples antimicrobianos (incluso aquellas opciones de tratamiento de última línea), nos alerta que no es suficiente con la comercialización de nuevos antibióticos si no aprendemos a utilizarlos con exquisita cautela.
Desde 2015 muchos países habían logrado avances significativos en la formulación y ejecución de los planes de acción nacionales contra la RAM, de acuerdo con el enfoque de UNA SALUD propuesto por la Organización Mundial de la Salud, pero la pandemia de COVID-19 restó prioridad a las actividades planificadas. Hoy que hemos atravesado la situación crítica de la pandemia de COVID-19, nos convoca retomar los esfuerzos para enfrentar la pandemia silenciosa de la RAM. En agosto del corriente año, Argentina alcanzó un gran logro, sentó un precedente en la temática y en la región a través de la sanción de la ley 27680 de prevención y control de la resistencia antimicrobiana desde el enfoque “Una Salud”. Sin embargo, es fundamental continuar concientizando acerca de esta problemática, optimizar la prescripción y el uso de antimicrobianos, abogar por la investigación y el desarrollo en materia de diagnóstico y tratamiento de las infecciones.
A su vez, es primordial continuar e incrementar los esfuerzos en educación, para que la concientización ocurra de manera transversal y alcance el público conocimiento, ya que el uso prudente de antibióticos determina la preservación de un recurso en peligro de extinción, un tesoro.
Desde el 2019, la subcomisión de Antimicrobianos, SADEBAC-AAM celebra jornadas en la semana mundial de concientización (18-24 noviembre) en el uso de antimicrobianos, convocando a expertos en la temática para dar difusión a la problemática de la RAM y de esta forma acompaña la iniciativa de la Organización Mundial de la Salud.
Este año los esperamos el 23 de noviembre para discutir el legado que la pandemia nos dejó respecto de la
RAM, desarrollando 3 módulos de concientización:
- Salud Animal
- Salud Humana
- Educación
Referencia.
La resistencia a los antimicrobianos, acelerada por la pandemia de COVID-19. Síntesis de política, noviembre del 2021. (https://iris.paho.org/handle/10665.2/55928)
+INFO: https://www.paho.org/es/campanas/semana-mundial-concientizacion-sobre-uso-antimicrobianos-2022
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